jueves, 3 de noviembre de 2011

GNOMOS




Según las antiguas mitologías de Europa del Norte, los gnomos son cada uno de los enanos fantásticos o genios elementales de la Tierra, en cuyas entrañas moran trabajando en las minas custodiando los tesoros subterráneos y cuidando de los metales y piedras preciosas.

El vocablo gnomo no está claro, procediendo para algunos de una mala traducción del latín medieval gnomus y del verbo griego que significa «conocer». Para otros, sin embargo, derivaría del griego genomós, que quiere decir «terrestre».

Los gnomos forman un pueblo sobrenatural de seres muy pequeños e invisibles, dotados de singular astucia, que nació de la fantasía de los visionarios Hebreos llamados cábalistas (La Cábala o Qabbaláh del idioma hebreo  קַבָּלָה‎ qabbalah 'recibir' es una de las principales corrientes de la mística judía.) Los gnomos poseían la presciencia, conocían los secretos de la Tierra y eran el alma de ésta. Los autores de dicha doctrina aseguraban que el aire, la tierra, el agua y el fuego se agitaban merced a los seres invisibles que animaban estos elementos. Según los cabalistas, Dios asignó el imperio del fuego a la salamndra, el del aire a los silfos que son espíritus elementales del aire. Y es como se conoce comúnmente al macho de lo que sería el hada, el del agua a las ondinas, en la mitología germánico-escandinava, se llamaban ondinas a las ninfas acuáticas de espectacular belleza que habitaban en los lagos, ríos, estanques o fuentes. Tienen su correspondencia en las Náyades de la mitología griega  y el de la tierra, no en la superficie sino en el interior, a los gnomos. Estos moraban en las figuras metálicas del globo, en el interior de las grutas, llenas de estalactita de maravilloso efecto. Eran los guardianes de las minas de oro y plata.
Los gnomos, aunque no pertenecen propiamente a la mitología sino a la superstición, Superstición es la creencia en que un determinado fenómeno o situación tiene una explicación mística o mágica o simplemente asumida cultural, social o religiosamente sin ningún tipo de demostración científica, recuerdan a los Telequines,  los telquines (en idioma griego  Τελχινες, ‘difamador’) eran nueve hermanos, mitad marinos, mitad terrestres, con cabeza de perro, la parte inferior del cuerpo en forma de cola de pez o de serpiente y los dedos de las manos palmeados. Eran conocidos como niños-peces y a los Cabiros, en la mitología griega, los Cabiros o Cabirios (en  griego antiguo Κάβειροι Kabeiroi) eran un grupo de enigmáticas deidades ctónicas, (o sea deidades que pertenecían a la Tierra), genios que representan el trabajo en los metales adorados por los griegos en localidades de naturaleza volcánica. Sin embargo, los mitólogos nada han dicho hasta ahora que sepamos de que pudiese haber relación entre esos personajes míticos de Grecia y los gnomos. Estos se repartieron con la filosofía de Pitágoras cabalística por todo el globo y aunque sufrieron varias modificaciones, según se fueron acomodando a las distintas culturas de los pueblos, siempre conservaron el carácter de dueños del imperio de la tierra y de guardianes de sus minas. La estatura de estos pequeños genios iba en progresión descendente hasta la más diminuta. Son unos seres fantásticos que aparecen en cuentos, dibujos animados, etc. Suelen estar representados en cerámica en los jardines de algunas casas, predominando así en los Estados Unidos de Ámerica.
 
Fuente: http://www.wikipedia.org