martes, 2 de agosto de 2011

PERSEO


Perseo es un semidiós de la mitología griega, hijo de Dánae y Zeus.

Nacimiento

Dánae había sido encerrada por su padre, Acrisio rey de Argos, en una torre, para impedir que tuviera trato con un varón, ya que un oráculo había anunciado a Acrisio que moriría a manos de su nieto. Sin embargo, Zeus se metamorfoseó en lluvia de oro y consiguió acceder a la estancia de Dánae y dejarla preñada.

Dánae engendró a Perseo y, al enterarse, Acrisio los arrojó al mar en un cofre. Tras vagar por mucho tiempo a la deriva, llegaron al reino de Serifos, donde fueron recogidos por Dictis, hermano del gobernante de esa isla, el tirano Polidectes. Dictis fue para Perseo como un padre.

Dionisos, Hermes, Hércules, Cratos, Palas Atenea, Clitemnestra, Helena (Artemisa), Cástor, Pólux, Apolo, Pereséfone, Minos, Alexandre y Ares eran sus medios hermanos.

Expedición para matar a Medusa.

La belleza de Dánae hizo que Polidectes cayera enamorado de ella. Pensando que el joven Perseo podía ser un estorbo en sus planes intentó librarse de él mediante una estratagema. Ésta consistía en hacer creer a todo el mundo que pretendía conquistar a la princesa Hipodamía. Polidectes pidió a los habitantes de la isla un caballo cada uno para poder ofrecer como regalo a la princesa. Al no tener ningún caballo que ofrecerle, Perseo le prometió traerle la cabeza de Medusa, una de las tres Gorgonas, que podía convertir en piedra a los hombres sólo con su mirada. Polidectes aceptó satisfecho el ofrecimiento, pensando que la misión era un suicidio y el joven nunca regresaría.
Sin embargo, Zeus decidió ayudar a su hijo por lo que pidió a los dioses Palas Atenea y Hermes que le prestaran su ayuda. Hermes le dio una hoz de acero con la que poder cortar la cabeza de Medusa mientras que Palas Atenea le regaló un brillante escudo y le aconsejó sobre las tareas que tendría que realizar. Con el fin de encontrar el escondite de Medusa, Perseo fue en busca de las hijas de Forcis, las Grayas, que sólo tenían un mismo ojo y un mismo diente y que compartían pasándoselos una a la otra. Perseo les arrebató el ojo y el diente, obligándolas a confesar donde estaba situada la residencia de Medusa a cambio de devolvérselos.
En su camino, Perseo se encontró con las náyades, de las que consiguió un zurrón mágico, el casco de Hades, que permitía volver invisible a aquel que lo llevara puesto y unas sandalias aladas. Con la ayuda de estos objetos, logró introducirse en la residencia de las Gorgonas, que como las Grayas, eran hijas de Forcis. Usando el escudo como espejo logró cortar la cabeza de Medusa sin tener que mirarla. De la sangre de Medusa nació el caballo alado Pegaso y también el gigante Crisaor. Después de aquello, Perseo salió del palacio de las Gorgonas. Esteno y Euríale, hermanas inmortales de Medusa, pero sin encontrarlo, ya que el casco lo volvía invisible a Perseo.


Rescate de Andrómeda

De vuelta a su hogar, Perseo encontró a Andrómeda encadenada a una roca, lugar donde había sido dejada por sus padres Cefeo y Casiopea para ser devorada por el monstruo marino Ceto por orden de un oráculo. Perseo se enamoró de ella y decidió liberarla, por lo que tras pedir su mano a Cefeo y Casiopea mató al monstruo con su espada, o según otras versiones, petrificando una parte del monstruo al mostrarle la cabeza de Medusa. Durante el banquete de bodas con Andómeda, llegó Fineo, tío paterno de ésta y a la vez su prometido. Comenzó una batalla entre quienes apoyaban el enlace y los que apoyaban a Fineo. Al ver que su bando iba perdiendo, Perseo no tuvo más remedio que convertir en piedra a Fineo y a los que lo acompañaban con la cabeza de Medusa. Perseo y Andrómeda lograron finalmente casarse y llegaron a tener siete hijos: Perses, Alceo, Heleo, Méstor, Esténelo y Electrón y una hija llamada Gorgófone.

Venganza contra Polidectes

Luego, Perseo regresa a Sérifos. Allí, Dictis y Dánae se han refugiado en un templo huyendo del acoso de Polidectes. El rey está muy satisfecho pensando en que se ha librado de Perseo.
Perseo se presenta ante Polidectes y ante toda su corte, pero ellos empiezan a burlarse de él, entonces mirando hacía otro lado, saca la cabeza de Medusa y se la muestra; todos quedan petrificados, con una expresión de incredulidad en sus rostros, en especial Polidectes.
Entonces, Dictis y Dánae se casan y gobiernan juntos el reino de Sérifos.

Cumplimiento de la Profecía

Perseo devuelve todos los objetos mágicos y le regala a Palas Atenea la cabeza de Medusa. Después decide regresar a Argos.
Acrisio se entera de que su nieto viaja para encontrarse con él y pone tierra de por medio, cuando Perseo llega no lo encuentra. Está en un reino vecino Larisa, presenciando unos juegos. Perseo lo sigue. Una vez allí, los organizadores le proponen participar de los juegos, Perseo accede a participar en el lanzamiento de disco, cuando lo tira, lo hace con tan mala fortuna que golpea a Acrisio en el pecho y lo mata, cumpliéndose así la profecía. Debido a esta muerte accidental Perseo no quiso seguir gobernando en su legítimo reino, Argos. En consecuencia, intercambió los reinos, con su vecino y tío, y construyo para sí una ciudad poderosa, Tirinto, en la que vivió largo tiempo con su familia.

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