viernes, 23 de septiembre de 2011

DRAGONES


El dragón (del latín draco, y éste del griego δρακων, drakon, ‘víbora’ o ‘serpiente’) es un animal mitológico que aparece en diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados.

Las interpretaciones más familiares de dragones son los Dragones europeos, derivados de la tradición popular y de la mitología de Grecia, Escandinavia y Próximo Oriente, y también las de Dragones orientales. La palabra dragón deriva del griego δρακων (drákōn), "dragón, serpiente de gran tamaño, o serpiente de agua", que probablemente venga del verbo δρακεῖν 

Características

En función de las diversas culturas que lo han representado, la figura del dragón juega un papel importante como dios y/o guardián, o como monstruo y poderoso enemigo. Se le atribuyen cualidades y habilidades tales como ser poseedor de una gran sabiduría y conocimiento o pecar de gran avaricia y codicia que le conduzca a devastar poblaciones enteras para apilar gigantescos tesoros. Por lo tanto, la imagen y figura del dragón ha ido variando y ha sido interpretada de muy diversas formas a lo largo de la historia.
Las culturas occidentales y orientales han imaginado reptiles gigantes y alados; puede ser debido al contacto con cocodrilos, caimanes y/o gaviales junto al hallazgo de fósiles de reptiles voladores.

Explicación del Mito

El mito de la existencia de los dragones se sustenta en una diversa cantidad de leyendas y representaciones, diseminadas entre las distintas culturas que lo representan. Se ha planteado, como explicación de este fenómeno, el descubrimiento de fósiles de dinosaurio que llevasen a esas culturas a imaginar seres parecidos. También cabe señalar que los dragones en cada cultura presentan aspectos y características diferentes. Así ,en la Edad Media, se creía que los cadáveres de cocodrilo, traídos a mercados y demás sitios de exhibición desde Egipto y Arabia durante la época de Las Cruzadas, se trataban de cadáveres de dragón.




Dragones Según Distintas Culturas


El simbolismo alrededor del dragón es esencialmente el de la lucha. La lucha entre el dragón y un héroe o un dios   

tiene, sin embargo, distintos significados. En estos míticos combates el dragón asume dos papeles, el de devorador y el de guardián, que tienen finalmente una sola raíz: el de un ser cósmico en espera, cuya acción implica la muerte -o el nacimiento- de un orden universal.Así, en un principio, los dragones fueron devoradores de dioses -algunos mitos se refieren a los dragones como la causa de los eclipses, por ejemplo-, o sus enemigos -caso de Apofis (o Apep, representaba en la mitología egipcia a las fuerzas maléficas que habitan el Duat y a las tinieblas, o sea el inframundo para la mitología griega) y Pithon (era en la mitología griega una gran serpiente, hija de Gea, la Madre Tierra, nacida del barro que quedó en la tierra después del gran Diluvio Universal. El monstruo vivía en una gruta cerca de Delfos, sobre le Monte Parnaso y allí custodiaba el oráculo. El dios Apolo   mató a la Pitón, exigió el oráculo para sí y desde entonces fue conocido como Apolo Pitio. Se dice que el dios había establecido los juegos Píticos para celebrar su victoria),  enemigos del sol-; posteriormente los dragones fueron fuerzas a la que se les ofrecían doncellas en sacrificio y no tardaron en concebirse como comedores de hombres. De todos modos, ese papel no se aleja del de guardián, que implica la espera y el mantenimiento de un orden que preludia una reinvención del universo o el descubrimiento de un lugar sagrado. Justamente porque son guardianes de algo sagrado, es por lo que simbolizan el puente a otro mundo o la prueba de todo héroe. Las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del dragón y la lucha que supone se distancian en ocasiones, particularmente si se compara la idea de dragón que existe en el lejano Oriente con la predominante en Occidente. Los dragones chinos (o long), los japoneses (nihon-no-ryū?y los coreanos son vistos generalmente como seres benévolos, mientras que los europeos son en su mayoría malévolos.

Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa: entre otras culturas, esta interpretación se mantiene también en la mitología persa.El tema es complejo y ha variado a lo largo de la historia. Como ejemplo, entre los romanos,  típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.


Oriente


Oriente Cercano



En Oriente Próximo, la figura del dragón, simbolizaba el mal y la ruina. En Enûma Elish, una epopeya escrita alrededor del 2000 a.C., la diosaTiamat (es una diosa/monstruo primitivo perteneciente a la mitología babilónica y destacable en el poema épico Enûma Elish. Ti significa vida amamadre.era un dragón que simbolizaba los océanos y comandaba las hordas del mal, cuya destrucción previa era necesaria para crear un nuevo universo ordenado. También en la Biblia hebrea el dragón representa el mal. En la mitología persa destaca el caso de Azhi Dahaka (En avésticoGran Serpiente) es una figura demoníaca en los textos y la mitología de Persia Pertenece al suborden de Angra Mainyu. Los nombres alternos incluyen Azi Dahak, Dahaka, Dahak., un dragón malévolo. En Rumanía, se habla del dragón geto-dacio, que tenía cabeza de lobo y cola de serpiente. Esta imagen era empleada en la guerra ya que en la bandera de Dacia aparece un dragón.



Lejano Oriente



En muchas culturas orientales los dragones eran, y en algunos cultos son todavía, reverenciados como representantes de las fuerzas primitivas de la naturaleza y el universo.En Oriente, el dragón siempre se ha considerado una criatura benéfica y un símbolo de buena fortuna. A diferencia de sus congéneres occidentales, los dragones orientales no escupen fuego ni tienen alas, aunque normalmente pueden volar gracias a la magia. Un dragón típico de Oriente tiene cuernos de ciervo, cabeza de caballo, cuello de serpiente, garras de águilas, orejas de toro y bigotes largos como los de los gatos. En las leyendas chinas hay dragones que vigilan los cielos, dragones que traen la lluvia, y dragones que controlan los ríos y arroyos. En Japón, donde se los tiene por seres sabios, amables y siempre dispuestos a ayudar, los dragones han sido, durante siglos, el emblema oficial de la familia imperial.

Los dragones chinos y japoneses simbolizan el poder espiritual supremo, el poder terrenal y celestial, el conocimiento y la fuerza, y por lo tanto son benévolos. El dragón es la insignia más antigua del arte de estos países. Proporcionan salud y buena suerte y viven en el agua. Según las antiguas creencias chinas, traen la lluvia para la recolección. Es por eso que el dragón se convirtió en el símbolo imperial de ese país.

En el Himalaya representan la buena suerte.

Corea como se dijo antes, también tiene sus dragones, de similar carácter positivo.

Occidente



Europa



Las tribus nórdicas de Europa asociaban su folclore con varios aspectos terroríficos del dragón.
La mitología germana incluye al dragón (Nidhug)  entre las fuerzas del inframundo. Se alimenta de las raíces de Yggdrasil es un fresno perenne: el árbol de la vida, o fresno del universo, en la mitología nórdica. Sus raíces y ramas mantienen unidos los diferentes mundos: Asgard, Midgard, Helheim, Niflheim, Muspelheim, Svartálfaheim, Vanaheim y Jotunheim. De su raíz emana la fuente que llena el pozo del conocimiento, custodiado por Mímir (es un gigante mitológico escandinavo. Tío materno de Odín guardían de las fuentes de la sabiduría, ubicadas en las raíces de Yggdrasil). El fresno sagrado que extiende sus raíces a través de todos los mundos. Los antiguos escandinavos (los vikingos), adornaban las proas de sus naves esculpiéndolas en forma de dragón. Usaban esta decoración en la creencia de que así asustarían a los espíritus (Landvaettir) que vigilaban las costas a las que llegaban. También los dragones aparecen en poemas germanos: en Beowulf, un poema épico anglosajón, el más antiguo que se conserva. Un hombre llamado Beowulf, que había librado a su pueblo de un monstruo mitad hombre y mitad diablo, luego, ya convertido en el rey, lucha contra un dragón, disputa en la que ambos mueren. Para los Celtas, el dragón era una divinidad de los bosques, cuya fuerza podía ser controlada y utilizada por los magos. Entre los conquistadores celtas de Britania fue símbolo de soberanía, y durante la ocupación romana de la isla adornó los estandartes de guerra, convirtiéndose en un símbolo heráldico y luego militar. Entre los romanos, como se dijo más arriba, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría. Para la mitología eslava, el dragón era una de las formas que adoptaba el dios Veles, señor del Mundo Subterráneo, adversario de Perún, dios del trueno. Los cristianos heredaron la idea hebrea del dragón, que aparece en el Apocalipsis, del apóstol Juan, y en otras tradiciones posteriores. En el arte cristiano del Medioevo simboliza el pecado y al aparecer bajo los pies de los santos y mártires representa el triunfo de la fe y los reinos cristianos sobre el diablo.En el simbolismo medieval la idea de lucha contra dragones sirvió para fortalecer la motivación de los reinos cristianos.Se presentaban a menudo también como representaciones de la Apostasía (del latín apostasĭa, y éste del griego ἀπoστασία) es la negación, renuncia o abjuración a la fe en una religión, la herejía y la traición, pero también de cólera y envidia, y presagiaban grandes calamidades. Varias veces significaban la decadencia y la opresión, aunque sirvieron también como símbolos para la independencia, el liderazgo y la fuerza. Los colores a menudo determinaron el simbolismo que un dragón tenía. En la pauta del viaje del héroe  los dragones representaron el obstáculo o el temor, y el paso necesario para volver al hogar, y como muchos dragones se presentan también como la encarnación de la sabiduría, en esas tradiciones matar a uno de ellos no sólo daba acceso a sus riquezas sino también significaba que el caballero había vencido a la más astuta de las criaturas. Otra faceta del dragón en la mitología clásica de la época caballeresca es el dragón como guardián que custodia o secuestra princesas en sus castillos. En el occidente de la actualidad es casi siempre concebido como una criatura malvada, poderosa y cruel, estereotipo extraído tanto de las antiguas leyendas como de las más modernas películas.

América

La mayoría de las culturas y tribus llaman serpientes a los dragones mesoamericanos, pero desde que etimológicamente la palabra dragón significa serpiente entonces tomaremos el término cóati como dragón en el caso de los seres mitológicos mencionados a continuación en lugar del significado literal "serpiente" para diferenciarlos de las serpientes y víboras, las que tienen sus propios significados.

Mesoamérica

En la Mesoamérica precolombina existe una gran tradición de veneración a la serpiente como animal sagrado. Gracias al intercambio cultural debido en gran medida a las constantes guerras de conquista de algunos imperios mesoamericanos y el intercambio comercial de otros tantos, no era de sorprenderse que muchos pueblos compartieran no sólo creencias, sino que los dioses extranjeros súbitamente formaran parte integral de un panteón dado. De esta manera las criaturas mitológicas también eran absorbidas por la gente e incluidas en el folclore y religiones de dichas naciones.Las serpientes mesoamericanos a menudo son acompañantes de dioses a quienes asisten en sus deberes. Tal es el caso del dios tutelar de los tenochcas, Huitzilopochtli, a quien un dragón de fuego asiste como arma. Algunos dioses responsables de la lluvia (excepto Tlaloc) montan serpientes de viento mientras lanzan dardos y flechas a las nubes ocasionando la lluvia. 
Algunas características casi siempre presentes en las serpientes mesoamericanas son:
Cuerpo serpentino o de serpiente.
Plumas (en tocado o como símbolo de divinidad).
Capacidad de volar.


SudAmérica


En torno a Los Andes se creía en el poder que ejercían las "serpientes del abismo marítimo y de la montaña esplendorosa". Estas eran criaturas de grandes proporciones que también son considerados dragones. Así por ejemplo, las que se veneraban en Los Andes centrales difieren de aquéllas de los extremos del Imperio Inca (Ejemplo: pueblos nativos de Perú o Bolivia).
Las bestias de la mayor parte de Sudamérica estaban ampliamente relacionadas con enormes serpientes que se remontaban con los orígenes de la humanidad, coincidiendo con otras regiones del planeta. Pero, a diferencia del viejo mundo, estos dragones no presentan unicidad ni en sus características predominantes ni en sus actitudes, aún siendo de aspectos semejantes. De hecho, tales dragones mantenían una historia de conflictos entre sí que se remonta al primitivo pasado de las culturas americanas. La leyenda de Ten Ten y Cai Cai Vilu 
refleja esto, al enfrentarse ambas serpientes (Mar y Tierra) por el futuro del pueblo Mapuche

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